El club de los parricidas

Ambrose Bierce, ilustrado por Pablo López Miñarro y Jesús AguadoAmbrose Bierce
Ilustraciones de Pablo Ruiz Miñarro
Traducción de Jesús Aguado
Colección Vagamundos. Libros ilustrados
16,5 x 23,5 cm 96 Páginas,
P. V. P. 15.80€
 

 

 

 
A Ambrose Bierce lo mató Carlos Fuentes en Gringo viejo y Gregory Peck le puso rostro en la versión cinematográfica de Luis Puenzo, sin embargo difícilmente podemos hacernos una idea del autentico Bierce a través de estas obras, que novelan, eso sí, el pasaje final de su vida.

Bierce nació y se crió en la América profunda. Un padre estudioso de la Biblia, una madre temperamental y dominante y trece hermanos —todos de arraigada fe calvinista— le inculcaron un peculiar sentido de la familia y del amor filial. Él mismo definía así “parricidio” en su libro más conocido, El diccionario del diablo: “Golpe de gracia filial por el que uno se ve liberado de los irritantes tormentos de la paternidad”.

En El club de los parricidas, obra maestra del humor negro, Bierce condensa toda su capacidad para el sarcasmo y la mordacidad. Los cinco relatos que lo integran nos ofrecen un variado repertorio de procedimientos para acabar con nuestros progenitores, seguramente los mismos que a su autor le hubiera gustado emplear con los suyos. Además de brindarnos una serie de ideas que podrían sacarnos de un apuro o ayudarnos a hacer realidad nuestros más oscuros deseos, el tono desenfadado y, por momentos, insidiosamente cándido de los relatos nos provocará más de una sonrisa. Volviendo al principio, o más bien al final: cuando Bierce se fue a México era muy consciente de que emprendía su última aventura. Tenía más de setenta años y apenas podía caminar. “Si oyes que he sido fusilado junto a un muro de piedra mexicano”, le escribió a un familiar antes de partir, “por favor, entiende que esa es una buena manera de morir. Supera a la ancianidad, a la enfermedad o a una caída por las escaleras de la bodega. Ser gringo en México, ¡eso es eutanasia!”. Todo indica que Bierce consiguió su objetivo.

 

Ambrose Bierce.

(Ohio, EE UU, 1842) Sirvió en el ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión. Al finalizar la contienda se estableció en San Francisco, donde trabajó como periodista. Sus primeros relatos, publicados junto con sus corrosivos artículos bajo el título Telarañas de una calavera vacía,  empezaron a cimentar su fama de cáustico y mordaz. Su estilo periodístico, corrosivo e irónico, le convirtió en árbitro de los círculos políticos y literarios de la ciudad. Heredero literario de Poe, Hawthorne o Melville, a Bierce le debemos algunos de los mejores relatos de horror de la historia de la literatura: La cosa maldita, Un suceso en el puente del río Owl o La ventana tapiada. El diccionario del Diablo es su obra más conocida. En 1913 viajó a México para participar en la Revolución. Nunca se supo más de él.

 

Pablo López Miñarro

(Granada, 1986) Inicia su preparación artística en la Escuela de Artes y Oficios de Granada. Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes Alonso Cano de Granada. Tras acabar la carrera dirige sus expectativas hacia la docencia, compaginándola con el desarrollo de su obra personal; pintura y dibujo principalmente entre otros proyectos artísticos. El trabajo El Club de los Parricidas es su primera incursión en el campo de la ilustración.

Aquí puedes leer un adelanto del libro