Martín Fierro

Se cumplen este año los ciento cincuenta de la publicación del «Martín Fierro», el gran poema argentino y uno de los textos más conocidos de la literatura moderna. Las aventuras del gaucho Martín Fierro por el territorio mítico de la Pampa argentina. Rebelde, sentimental, incomprendido, ejemplo del héroe moderno. Una obra singular de la cultura latinoamericana, que viene acompañada de un prólogo de Miguel de Unamuno, que fue siempre un gran admirador del Martín Fierro, y uno de los que defendieron su conexión con la tradición literaria española.

Martín Fierro es un gaucho que resulta reclutado a la fuerza, y como consecuencia debe abandonar a su mujer y a sus hijos para combatir en las milicias gubernamentales. Despreciado y maltratado por los militares, explotado en todo tipo de trabajos que nada tienen que ver con el ejército, va surgiendo en él un espíritu rebelde e indomable. Terminará desertando del ejército. Pero tras su regreso a casa solo encuentra ruinas, su mujer se fue con otro y sus hijos se metieron a peones. Solo le queda regresar a la vida errante en las llanuras, entre haciendas y tabernas, a veces peleando con el cuchillo y en otras compitiendo en la composición de versos. Una existencia que tiene mucho de romántica, pero también de feroz. El gaucho es un personaje contradictorio, capaz de grandes gestos de renuncia, y al mismo tiempo atrapado en la violencia, amigo de la vida retirada y en contacto con la naturaleza, pero al mismo tiempo deseoso de recuperar la familia que perdió. Su más valiosa posesión es la libertad.

El Martín Fierro se publicó como una novela popular, sin mayor pretensión, si bien fue ganando paulatinamente lectores, sobre todo entre las clases más humildes, hasta convertirse en un best seller de la época. Posteriormente la crítica literaria reconoció el gran valor artístico de la obra. La presente edición va acompañada de un interesantísimo prólogo de Miguel de Unamuno, gran conocedor de la obra y uno de los primeros defensores de la verdadera valía del Martín Fierro. Así como de un epílogo del escritor Seve Calleja, y un glosario de términos, para que el lector pueda apreciar y disfrutar con mayor facilidad la riqueza verbal de un libro capital en la cultura latinoamericana.

José Hernández: Se encuadra en la generación romántica latinoamericana que bebe de las fuentes europeas. Nacido en 1834 y muerto en 1886, vive en la época en que Buenos Aires es el epicentro literario del continente. Los escritores de su tiempo se preocupaban por el destino político de sus países y muchos simultaneaban sus tareas políticas con la literatura, a menudo desde el exilio. Es el caso de Hernández, cuya vida transcurrió entre el periodismo, el comercio y la política. Ocasionalmente, durante su juventud, vivió en el campo, de donde libó no pocas expresiones y gestos que trasfirió después a su personaje. José Hernández decía de sí mismo: “Si no por la cuna, soy hijo de gaucho, hermano de gaucho y he sido gaucho mismo. He vivido años en campamentos, en los desiertos y en los bosques, viéndolos padecer, pelear y morir; abnegados, sufridos, humildes, desinteresados y heroicos.»  De ahí que se sintiera tan identificado con su personaje.

La aportación de Unamuno al poema: Muchos críticos literarios señalan a Unamuno como uno de los primeros estudiosos que advirtieron la grandeza y el valor de la obra de Hernández.  Fue, según declaraba el propio escritor bilbaíno, una de las lecturas que más lo impresionaron desde que lo leyó con veintipocos años. Enamorado de su frescura y su fuerza, del alma inocente y atrevida que en él se refleja, don Miguel, veía en el poema gauchesco un arma de combate, algo que ayudara a volvernos a la poesía del pueblo.

Ilustradora: Esther Osuna Miró (Barcelona 1976).

Estudió maquillaje y caracterización en Stick art Studio, y se dedica a tales labores desde hace mas de 20 años. Ha cursado asimismo un Grado superior de artes aplicadas al Muro e Ilustración. La ilustración se ha convertido en su segunda actividad.