By enero 14, 2009 5 Comments

EL bolso de Julia

EL BOLSO DE JULIA

Julia no llevaba un dragón dentro de su bolso, pero cuando la cremallera crepitaba en la siesta silenciosa de los bares, uno sabía que Julia iba a sacar el carmín echa-fuegos y se pintaría los labios con descaro de puta en el espejo de enfrente. En esos momentos yo no quería conocerla, miraba hacia otro lado deletreando un cartel que había a mi izquierda con fingido interés. Para cuando se me había pasado la vergüenza aún me quedaba el calentón, porque yo en esos momentos no quería conocerla, pero mi sexo sí pujaba con bramidos de lagarto grande atacando ahora mi propia cremallera. Entonces Julia había sacado ya la polvera y una niebla fina y rosada caía con espasmos nerviosos sobre la mesa. Si había alguien en el velador de al lado, cuando lo de la polvera ya nos estaba mirando de reojo.
Luego sacaba Julia también de su bolso una agenda grande y negra, como de banquero, y recitaba en alto:
Lunes: llegaste media hora tarde.
Martes: no llegaste.
Miércoles: mejor no hubieras llegado.
Jueves: yo no llegué.
Viernes: aniversario. Luis sin regalo.
Como lo decía a voz en grito y para el viernes estaba bastante excitada, el de al lado nos miraba ya, no de reojo, sino de frente y compadeciéndome.
El sicoanalista de Julia decía que era mejor que me dijera directamente los reproches. Mejor echar fuera el fuego, resumía ella. Así que los apuntaba en su temida agenda negra y el sábado me los recitaba con una mezcla de enfado y monotonía, a medias entre los Niños de San Ildefonso y un asesino en serie.
A mí me venía bien, porque antes de ir a sicoanalista Julia acumulaba la furia, y el día de descanso, o sea, el domingo, maquinaba venganzas dignas de un capo de la mafia.
Había estado yo dos veces en el hospital. Una con perforación de estómago por alfileres, y otra por envenenamiento con matarratas, consecuencia ambas de las comilonas dominicales en casa de Julia. Por eso y por otras cosas, para cuando recitaba los reproches del sábado yo había decidido abandonarla, pero entonces Julia ya se había desabrochado lentamente el primer botón de la blusa.

Ana Ayuso.
Ilustración de Juan Gonzalo Lerma.

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5 Comments on "EL bolso de Julia"

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  1. Aretino dice:

    Sinceramente hay quienes acumulan letras y signos y otros que escriben, tu eres de los últimos.

  2. Liliana dice:

    Hola Ana, quedamos comidos y con ganas del postre. Te felicito, realmente quedé con ganas de saber más de Julia.

  3. santifoto dice:

    Sucintamente:corto,claro,conciso y …Genial.Enhorabuena Ana. Aqui un amigo de Jóse Antonio «Lomar».
    Felicidades.

  4. cacho de pan dice:

    llego hasta aquí por un mensaje algo enigmático, justo cuando acabo de colgar un post con otro bolso…

    me podrías contar de qué va y dónde está ubicada esta editorial?

  5. Triky Lopez dice:

    Hola cacho de pan
    Vagamundos es una colección de libros ilustrados de Editorial Traspiés y estamos en Granada físicamente y en el mundo virtuálmente. ¿De la que Vá? Casi mejor lo puedes averiguar bicheando un poc en el blog y la web, te será más fácil hacerte una idea.
    Gracias por participar en nuestro blog.

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