Voy a hablar del joven Shā Yú sin rencor”. Así comienza ‘Una sombra en Pekín’, una fábula moderna que hereda el tono y los temas de aquellos cuentos chinos con moraleja en los que el escorpión picaba a la tortuga que lo ayudaba a cruzar el río. La soledad que habita la gran ciudad comparte habitación con el narrador de esta novela, escrita por José Ángel Cilleruelo. Como en muchas de aquellas fábulas sencillas y sorprendentes, sus protagonistas son personajes de carne y papel que tienen nombres de animal: la tortuga, cuya fortuna arruinó un tiburón, que ama a una rana y desama a una paloma. En la época indefinida donde ocurren los cuentos, un anciano chino afinador de pianos describe con la caligrafía de su presente el vacío que ha sido su vida desde que salió de su pequeña ciudad para emigrar a la metrópoli.
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